El aluminio es un metal no ferroso conocido por todos por su uso en utensilios domésticos. Es un metal liviano, maleable, suave y firme.
El anodizado es un tratamiento químico-electrolítico que se da a algunos metales, y que consiste en sumergir el metal en un vehículo líquido y someterlo a una descarga eléctrica controlada. Como resultado se obtiene una película de óxido sobre la superficie del aluminio, que no sólo lo endurece y le da color, también lo protege contra agentes atmosféricos, impidiendo la degeneración que sufre el aluminio sin anodizar.
La capa de óxido artificial producida por el anodizado -estable e inalterable- no sólo protege al metal; también impide que manche la piel y la ropa, y es hipoalergénico.
El aluminio anodizado es resistente al agua, salitre, sudoración y cosméticos.